miércoles, 11 de marzo de 2015

VIII. El Ultraismo

El ultraísmo es un movimiento literario de vanguardias que nace en España en 1918, en el cual forman parte poetas que se consideran rupturistas del género que abundaba por la época, el modernismo, y la Generación del 98.

Nace en tertulias en cafeterías en Madrid, que presidía Rafael Cansinos Assens, y algunos poetas afines a la corriente eran Guillermo de Torre, Gerardo Diego, o Juan Larrea. 

Los escritos de estos poetas se transmiten a través de revistas literarias como Grecia, Alfar, Cervantes, Horizonte o Ultra, una revista efímera que contó con colaboraciones de grandes representantes del ultraísmo, y que presta gran atención a la renovación tipográfica.

Los poetas que trataban este movimiento se quedaron, en su mayoría, limitados a las revistas literarias en las que comenzaron a escribir, salvo excepciones, como Guillermo de Torre. Este es un movimiento efímero, y los escritores que lo usaban, se dan a conocer por otros movimientos.

Una de las figuras más importantes de este movimiento fue Jorge Luis Borges que, aunque renuncia a él pronto, lo lleva a Argentina. Escribe un manifiesto en 1921 donde habla de las características del movimiento, como: el uso de metáforas, eliminación de la rima, neologismos y tecnicismos, importancia de la tipografía, fusionando el arte plástico y literatura. etc. La poesía de este movimiento intenta alejarse de la vida real y centrarse en el mundo interior del poeta.

El ultraismo se puede relacionar con otros movimientos vanguardistas de la época, como el futurismo o el creacionismo, movimientos que autores del ultraísmo también trabajaban, por lo que es importante recordar que aunque eran movimientos efímeros, fueron relevantes en la época, sobre todo por enfrentarse al movimiento predominante como era el modernismo.

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